La Comunidad de Madrid ha aprobado de manera definitiva la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, lo que permitirá la entrada en vigor del Plan RESIDE en los próximos días. Este plan tiene como objetivo proteger e incentivar el uso residencial en la ciudad, así como garantizar una oferta turística ordenada y legal que mejore la convivencia entre vecinos y visitantes.
Una de las medidas clave del Plan RESIDE es la prohibición de operar pisos turísticos en edificios residenciales en la ciudad de Madrid. Se busca concentrar esta actividad en bloques destinados exclusivamente a fines turísticos, descentralizando así esta actividad económica y llevándola a áreas designadas.
El plan, impulsado por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad dirigida por Borja Carabante, busca proteger la calidad de vida de los residentes sin comprometer el desarrollo económico de la ciudad. Se apuesta por un modelo donde los pisos turísticos puedan coexistir con otras formas de alojamiento, pero siempre asegurando que los residentes estén protegidos de los posibles efectos negativos de compartir espacio en un mismo edificio.
En cuanto a la regulación, el Plan RESIDE actúa en dos ámbitos principales: el centro histórico y el resto de la ciudad. En el centro histórico, se establecen directrices específicas para proteger el uso residencial, como la prohibición de pisos turísticos dispersos en edificios residenciales y la limitación de cambio de uso en edificios residenciales catalogados.
Además, se busca fomentar la recuperación del uso residencial ofreciendo ventajas urbanísticas para convertir edificios de uso terciario en residencial, así como permitiendo la transformación de equipamientos dotacionales privados obsoletos en viviendas de alquiler asequible.
El plan también busca proteger el comercio local, evitando la transformación de locales comerciales en pisos turísticos en el centro histórico y en las principales vías terciarias de la ciudad.
En cuanto a la legalidad de los pisos turísticos, se han implementado medidas de endurecimiento del régimen sancionador para aquellos propietarios que operen viviendas de uso turístico sin autorización. Se han impuesto multas coercitivas y sanciones económicas para garantizar el cumplimiento de la normativa.
En resumen, el Plan RESIDE busca equilibrar el mercado de hospedaje en la ciudad de Madrid, protegiendo el uso residencial, fomentando la legalidad en el sector turístico y preservando la convivencia entre residentes y visitantes.
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