Durante las últimas décadas, se ha observado un incremento significativo en los casos de cáncer colorrectal y otros tipos de tumores digestivos entre adultos jóvenes. Aunque tradicionalmente estas neoplasias eran más comunes en personas mayores de 50 años, su crecimiento en generaciones más jóvenes está generando preocupación y la necesidad de tomar medidas urgentes.
Alarmantes estadísticas en Europa y EE. UU.
Según un análisis de la literatura médica, se ha encontrado que las personas nacidas en los años 90 tienen el doble de probabilidad de desarrollar cáncer de colon y cuatro veces más probabilidades de padecer cáncer de recto en comparación con aquellos nacidos en los años 50. En Europa, entre los años 2004 y 2016, se registró un aumento del 8% en los casos de cáncer colorrectal en personas de 20 a 29 años y un 4% en aquellos de 30 a 39 años.
Factores clave en juego
1. Dieta y estilo de vida occidental
El exceso de peso, el consumo desmedido de alcohol, bebidas azucaradas y una dieta alta en alimentos ultraprocesados y carnes rojas se han relacionado directamente con un mayor riesgo de cáncer digestivo.
2. Sedentarismo
La falta de actividad física también aumenta la predisposición a desarrollar tumores digestivos a una edad temprana.
3. Microplásticos y microbiota
Aunque todavía en proceso de investigación, se ha sugerido que la exposición a microplásticos y los desequilibrios en la flora intestinal podrían contribuir al desarrollo de estos tipos de cáncer.
4. Bacterias con potencial oncogénico
Estudios recientes han encontrado una asociación entre la presencia de colitoxina de E. coli en la infancia y el desarrollo temprano de cáncer colorrectal. Asimismo, se estima que la Helicobacter pylori podría estar presente en hasta el 75% de los casos de cáncer gástrico en el mundo.
Importancia de la prevención y detección temprana
Estas evidencias, aunque aún preliminares, respaldan la necesidad de considerar la posibilidad de reducir la edad de inicio de las pruebas de detección del cáncer colorrectal, actualmente recomendadas alrededor de los 50 años. Asimismo, se plantea la importancia de investigar infecciones silenciosas como las asociadas a la Helicobacter pylori.
Adoptar hábitos saludables, como mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio de forma regular y moderar el consumo de alcohol y tabaco, se presenta como una estrategia inmediata y efectiva para reducir el riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer, tanto a nivel individual como a nivel de salud pública.
