Durante una entrevista en el programa La Hora de la 1, Jesús Molina, presidente del comité de empresa de los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid, denunció la precaria situación laboral del colectivo. Expuso las duras condiciones a las que se enfrentan, con un salario de 1.300 euros mensuales sin actualizaciones desde hace 15 años y un convenio colectivo caducado desde 2008.
Actualmente, hay 33 plazas vacantes en un colectivo compuesto por unos 530 trabajadores, representando un déficit del 7 al 8% en el personal. Además, el 40% de los trabajadores solamente es contratado durante cuatro meses al año, lo que afecta directamente a las tareas de prevención de incendios, cruciales para evitar catástrofes durante el verano.
Molina también alertó sobre la falta de protección adecuada frente a agentes cancerígenos y denunció que la Comunidad de Madrid aún no reconoce oficialmente la categoría profesional de «bombero forestal», a pesar de que existe una ley estatal que así lo establece.
Los bomberos forestales iniciaron una huelga el pasado 15 de julio, la cual fue suspendida durante 10 días debido a la gravedad de los incendios que afectan a España. Aprovecharon este tiempo para solicitar una reunión con la empresa pública Tragsa y con la Consejería de Medio Ambiente de Madrid. Sin embargo, la reunión convocada para el lunes 18 de agosto no se llevó a cabo, generando indignación en el comité de huelga.
Ante la falta de avances, el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha solicitado una reunión con el presidente de Tragsa, Jesús Casas, con el objetivo de establecer una mesa de negociación que incluya representantes de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112).
Se reconoce la necesidad de mejorar las condiciones laborales y salariales de los bomberos forestales, y se reafirma la disposición a colaborar en la búsqueda de soluciones. Sin embargo, se aclara que los salarios dependen directamente de Tragsa, empresa pública estatal, y cualquier negociación debe contar con su participación activa.
El comité de empresa ha advertido que, si no se logra una solución efectiva en los próximos días, retomarán la huelga el próximo 25 de agosto. Entre sus exigencias se encuentran la renovación del convenio colectivo, una actualización inmediata de los salarios, el fin de la alta tasa de temporalidad y la cobertura de las plazas vacantes.
