La cabalgata llena de luz la Castellana y reúne a niños en busca de 1.200 kilos de caramelos
MADRID, 5 (PRENSA EUROPA)
Los Reyes Magos de Oriente pactaron una tregua con la lluvia, que amenazaba con caer con fuerza este domingo por la tarde, y recorrieron las calles de Madrid montados en alegorías del agua, el aire y la tierra inspiradas en juguetes victorianos, enfatizando la importancia de cuidar el medio ambiente.
Así, sus majestades desafiaron al cielo y su comitiva, compuesta por 1.500 personas, inició a las 18 horas su desfile de luz y color, saliendo de la Plaza de San Juan de la Cruz precedidos por los «sbandierati» florentinos que, con percusiones, trompetas y banderas renacentistas, anunciaron a Madrid el inicio de este desfile bajo el lema «La Noche de los Deseos Cumplidos».
Los niños esperaban ansiosos a ambos lados del Paseo de la Castellana, en busca de los 1.200 kilos de caramelos disponibles este año y también esperando la llegada de las carrozas de los Reyes Magos.
El primero en ser visto fue el rey Melchor, vestido de azul, representando el agua, montado en un barco rojo y dorado navegando entre las olas y coronado por un farol como guía. Fue precedido por animales marinos como peces, medusas luminiscentes y un gran tiburón.
Detrás de él venía Gaspar vestido de rojo, sobre un pájaro batiendo, representando el aire, surcando los cielos de Madrid y trayendo consigo un cúmulo de treinta estrellas plateadas.
Finalmente, Baltasar, vestido de verde, recorrió Madrid sobre el caparazón de su carroza con forma de tortuga, meneando la cabeza, simbolizando la tierra y el conocimiento de los mayores. Este rey estuvo acompañado de jirafas, escorpiones, avestruces y juguetes decorados con diseños tribales.
Además de los Reyes, junto a las doce carrozas, la luz tomó forma de ángeles, ranas, danzantes y, sobre todo, de la Estrella Naciente que marcó el camino de Melchor, Gaspar y Baltasar hasta la Plaza de Cibeles, donde esperaban los niños. Anticipándose a Sus Majestades, el mismo escenario fue ocupado por la danza, el circo y la música de algunas de las diez compañías -cinco nacionales y cinco internacionales- que formaron parte de este espectáculo.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, indicó en declaraciones a Telemadrid, recogidas por Europa Press, que este Desfile tuvo presente a los afectados por los daños del pasado mes de octubre. «En especial a los niños de la Comunidad Valenciana que se merecen todos los regalos del mundo y los mejores deseos», aseguró tras confesar que su rey favorito es Baltasar.
Tras la llegada de la comitiva real a la plaza de Cibeles, encabezada este año por la bandera de la Comunidad Valenciana desde la Casa Valencia de Madrid, el alcalde dio la bienvenida a sus majestades a la «ciudad más maravillosa del mundo» subrayando la magia de la «noche de la ilusión» y recordó que los niños de Madrid se habían portado «muy bien», por lo que esta noche «no se permite carbón».
PALABRAS DE LOS MAGOS
Melchor, Gaspar y Baltasar agradecieron la cálida acogida de Madrid, una ciudad que calificaron como un lugar «muy bonito y, sobre todo, muy acogedor», y expresaron su ilusión por sentir la pasión de la gente que llena sus calles, destacando que «todo el que viene a Madrid es madrileño desde el primer momento».
El rey Melchor, que habló en primer lugar, recordó el inicio de su largo viaje hace más de 2.000 años, destacando que los niños son «la esperanza del mundo y la posibilidad de que este mundo sea mejor en el futuro». Además, quiso enviar su cariño a los niños de Valencia afectados por la guarida, y animó a todos a «seguir soñando y deseando cosas bonitas».
El segundo en tomar la palabra fue el rey Gaspar, quien animó a todos a mantener «el deseo y la esperanza siempre presentes», especialmente en estos días de «encuentro y celebración». Destacó la importancia de que «la alegría sea compartida entre todos», confiando en que «acabarán los conflictos y reinará la paz».
Y por su parte, el rey Baltasar elogió a los madrileños y a todos los españoles, que son «muy buena gente», dijo, y envió «un cariñoso saludo a las familias afectadas por las inundaciones», subrayando la «solidaridad de la movilización» de todo el país. También reconoció la labor de quienes acompañan a las personas con necesidades especiales, principalmente a los niños, ayudándoles a «sentir que sus deseos también se pueden cumplir».
Después de las palabras de los Reyes Magos y como despedida hasta el próximo año, el cielo de Madrid se iluminó con un gran espectáculo pirotécnico, acompañado de la pieza musical «El Mesías» de Handel como banda sonora.
