La edición número 90 de la Vuelta Ciclista a España llega a su fin este domingo en Madrid, marcada por las protestas en apoyo al pueblo palestino y contra el «genocidio» en Gaza. Durante las etapas previas, se han registrado actos de denuncia que han culminado con la detención de una veintena de personas por desórdenes públicos.
En la penúltima etapa, que transcurrió entre Robledo de Chavela y la Bola del Mundo, en el puerto de Navacerrada, grupos propalestinos llevaron a cabo protestas pacíficas. En Becerril de la Sierra, a 18 kilómetros de la meta, un grupo de manifestantes cortó la carretera, lo que retrasó la carrera. La Policía logró contener la situación y evitar que la Vuelta se detuviera por completo.
Para la etapa final, se ha recortado el recorrido en 5 kilómetros, eliminando el paso por Aravaca. La vigésimo primera etapa partirá de Alalpardo y pasará por Algete, San Sebastián de los Reyes y Alcobendas antes de entrar en la capital. A lo largo del trayecto, se han convocado una decena de protestas propalestinas, instando a los participantes a llevar kufiyas y banderas palestinas.
En Madrid, se espera que se congregue el mayor número de manifestantes. La coronación del maillot rojo en Cibeles, frente a la sede del Ayuntamiento, está prevista para las 20:30 horas. Durante la jornada, los corredores realizarán un circuito urbano con nueve pasos por meta, destacando el Paisaje de la Luz, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco.
Ante el temor de posibles incidentes, se ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad, con más de 2.300 efectivos, incluyendo policías nacionales, guardias civiles, Policía Municipal y agentes de Movilidad. Se han organizado protestas en Atocha, Callao y la ermita de San Antonio de la Florida, con medidas de seguridad adicionales para garantizar el desarrollo pacífico de la carrera.
La Vuelta Ciclista a España concluirá con un plan de seguridad especial, que incluye la activación de policías locales en las diferentes localidades de paso y el dispositivo habitual de seguridad de la propia competición. La expectación es alta, con una asistencia prevista de más de 50.000 personas en las calles del Madrid histórico, donde se espera un cierre emocionante de esta emblemática competición.