En 2024, su siniestralidad en carretera se duplicó y el 40% tienen una antigüedad superior a los 20 años.
Las furgonetas siempre han estado en un «segundo plano» y son «una zona oscura», por lo que es necesario ponerles atención ante el incremento del parque de vehículos, muy relacionado con el sector de la logística y distribución, la antigüedad de los mismos y su protagonismo en las ciudades. Así arrancó Pere Navarro, director de la DGT, la jornada monográfica dedicada a estos vehículos y que busca diseñar una estrategia específica para ellas. «Es una asignatura pendiente», dijo.
«Mientras los turismos y los camiones cuentan con permisos específicos, inspecciones técnicas precisas, acciones formativas concretas, así como planes de vigilancia y control propios, las furgonetas permanecen al margen de estas medidas» señaló Navarro, quien añadió que para conducirlas no se requiere un permiso especial ni están obligadas a llevar tacógrafo como en el caso de los camiones.
Doble de muertes en 2024
Por su parte, el director del Observatorio de seguridad vial, Alvaro Gómez, expuso cómo en 2024 se registraron 79 fallecidos en carretera, casi el doble que en 2023. En ciudad fueron seis muertos, por cuatro un año antes. Sin embargo, los siniestros continúan afectando de manera «significativa» a los usuarios más vulnerables.
Para Tráfico, otro aspecto «sensible» es el consumo de alcohol, drogas o psicofármacos entre los conductores fallecidos, dado que, en 2024, el 41% de los conductores de furgoneta que perdieron la vida en carretera y fueron sometidos a autopsia dieron positivo en las pruebas toxicológicas, un porcentaje que, aunque ligeramente inferior al general (48%), evidencia, «un factor de riesgo añadido» ya que son vehículos que, por su peso y volumen, son más delicados de manejar.
Asimismo, el experto apuntó que la antigüedad media de los vehículos implicados sigue siendo elevada con casi 14 años, una edad que aumenta a los 16,7 años cuando son las furgonetas en que se desplazaban las personas fallecidas. En paralelo, según la DGT, los siniestros laborales de tráfico mortales en jornada de trabajo pasaron de 93 en 2023 a 96 en 2024, mientras que los registrados in itinere aumentaron de 140 a 150 en el mismo periodo. «No se trata solo de números, sino de la combinación de un parque envejecido, largas jornadas de trabajo y un uso intensivo de los vehículos que hace que se incremente el riesgo en carretera», concluyó Gómez.
Evolución del parque
Por su parte, el subdirector de Movilidad y Tecnología de la DGT, Francisco Ruiz Boada, incidió en la movilidad de las furgonetas, recordando que el parque en España ha crecido un 23% en la última década (un 15% los turismos), hasta situarse en los 2,7 millones, aunque presenta una clara señal de envejecimiento ya que cerca del 40% supera los 20 años y la media del parque circulante se sitúa en 12 años (casi 15 en los coches).
Además, el mercado se está orientando hacia vehículos de mayor capacidad, ya que desde 2007 las furgonetas de más de 1.000 kilos de carga útil han crecido un 73%, mientras que las de menos de 500 kilos, que en 1984 representaban el 80% de las matriculaciones, apenas alcanzan un 6%.
El uso intensivo del sector es otro factor «clave», ya que en 2023 las furgonetas representaron el 8,8% del tráfico total, con diferencias según antigüedad y servicio, pues las más nuevas recorren una media de 28.000 kilómetros anuales, frente a los 10.000 de las más antiguas y las dedicadas al transporte público de mercancías superan los 50.000 kilómetros.
No basta solo con sanciones
En este contexto y con el objetivo de mejorar la seguridad de las furgonetas, la DGT y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han establecido un grupo de trabajo específico y se intensificarán el control y vigilancia en aspectos como excesos de velocidad, consumo de alcohol o drogas, estiba inadecuada, distracciones al volante y deficiencias técnicas en neumáticos, frenos o iluminación. El plan está en marcha desde este mes de septiembre y se evaluará en enero de 2026 para introducir las modificaciones que sean necesarias. # Sector empresarial y la seguridad vial de las furgonetas en España
El sector empresarial ha destacado la importancia de renovar la flota de furgonetas en España, no solo por razones medioambientales, sino principalmente por cuestiones de seguridad vial. El auge del comercio electrónico ha transformado la movilidad urbana y ha aumentado la siniestralidad de estos vehículos en el país.
Según el director gerente de UNO, Rafael Aguilera, es fundamental actualizar la flota de furgonetas para garantizar la seguridad de todos. Por su parte, el gerente de movilidad y DUM de Aecoc, Jose Carlos Espeso, ha resaltado la complejidad operativa y normativa a la que se enfrentan las empresas y conductores en entornos urbanos cada vez más saturados.
Espeso también ha mencionado la necesidad de una formación específica, mayor concienciación y una planificación logística adaptada a las nuevas realidades de la movilidad para reducir la siniestralidad en las carreteras.
## Doble de muertes en 2024
En 2024, la siniestralidad de las furgonetas en carretera se duplicó, con un total de 79 fallecidos, casi el doble que en el año anterior. En las ciudades, se registraron seis muertes, frente a las cuatro del año anterior.
El director de la DGT, Pere Navarro, ha señalado que las furgonetas han estado históricamente en un «segundo plano» y son consideradas una «zona oscura» en cuanto a regulación y medidas de seguridad. Navarro destacó la necesidad de prestar más atención a estos vehículos, especialmente por su relevancia en las ciudades y su antigüedad.
A diferencia de los turismos y camiones, las furgonetas no cuentan con permisos específicos, inspecciones técnicas detalladas, ni planes de vigilancia y control específicos. Navarro subrayó la falta de requisitos como permisos especiales de conducción o la obligación de llevar tacógrafo, como en el caso de los camiones.
En resumen, es necesario diseñar una estrategia específica para mejorar la seguridad vial de las furgonetas en España y reducir la siniestralidad en las carreteras y ciudades. La renovación de la flota, la formación especializada y una mayor concienciación son clave para alcanzar este objetivo. Sin embargo, los siniestros continúan afectando de manera «significativa» a los usuarios más vulnerables. Para Tráfico, otro aspecto «sensible» es el consumo de alcohol, drogas o psicofármacos entre los conductores fallecidos, dado que, en 2024, el 41% de los conductores de furgoneta que perdieron la vida en carretera y fueron sometidos a autopsia dieron positivo en las pruebas toxicológicas, un porcentaje que, aunque ligeramente inferior al general (48%), evidencia, «un factor de riesgo añadido» ya que son vehículos que, por su peso y volumen, son más delicados de manejar.
Asimismo, el experto apuntó que la antigüedad media de los vehículos implicados sigue siendo elevada con casi 14 años, una edad que aumenta a los 16,7 años cuando son las furgonetas en que se desplazaban las personas fallecidas. En paralelo, según la DGT, los siniestros laborales de tráfico mortales en jornada de trabajo pasaron de 93 en 2023 a 96 en 2024, mientras que los registrados in itinere aumentaron de 140 a 150 en el mismo periodo. «No se trata solo de números, sino de la combinación de un parque envejecido, largas jornadas de trabajo y un uso intensivo de los vehículos que hace que se incremente el riesgo en carretera», concluyó Gómez.
Evolución del parque
Por su parte, el subdirector de Movilidad y Tecnología de la DGT, Francisco Ruiz Boada, incidió en la movilidad de las furgonetas, recordando que el parque en España ha crecido un 23% en la última década (un 15% los turismos), hasta situarse en los 2,7 millones, aunque presenta una clara señal de envejecimiento ya que cerca del 40% supera los 20 años y la media del parque circulante se sitúa en 12 años (casi 15 en los coches).
Además, el mercado se está orientando hacia vehículos de mayor capacidad, ya que desde 2007 las furgonetas de más de 1.000 kilos de carga útil han crecido un 73%, mientras que las de menos de 500 kilos, que en 1984 representaban el 80% de las matriculaciones, apenas alcanzan un 6%.
El uso intensivo del sector es otro factor «clave», ya que en 2023 las furgonetas representaron el 8,8% del tráfico total, con diferencias según antigüedad y servicio, pues las más nuevas recorren una media de 28.000 kilómetros anuales, frente a los 10.000 de las más antiguas y las dedicadas al transporte público de mercancías superan los 50.000 kilómetros.
No basta solo con sanciones
En este contexto y con el objetivo de mejorar la seguridad de las furgonetas, la DGT y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han establecido un grupo de trabajo específico y se intensificarán el control y vigilancia en aspectos como excesos de velocidad, consumo de alcohol o drogas, estiba inadecuada, distracciones al volante y deficiencias técnicas en neumáticos, frenos o iluminación. El plan está en marcha desde este mes de septiembre y se evaluará en enero de 2026 para introducir las modificaciones que sean necesarias. En el evento reciente sobre movilidad urbana, se destacó la importancia de renovar la flota de vehículos comerciales debido al auge del comercio electrónico. Según los expertos, esta renovación no solo tiene un impacto medioambiental positivo, sino que también es crucial para garantizar la seguridad en las carreteras. El aumento de la siniestralidad en furgonetas en España ha llevado a la necesidad de una formación específica para los conductores, así como una mayor concienciación y una planificación logística adaptada a las nuevas realidades de la movilidad urbana. Además, se resaltó la complejidad operativa y normativa a la que se enfrentan las empresas y conductores en entornos urbanos cada vez más saturados. Es fundamental adoptar medidas que vayan más allá de simplemente endurecer la normativa, y enfocarse en la formación y concienciación para reducir la siniestralidad en las carreteras.
