El Gobierno de Madrid ha dado un paso al frente en el conflicto que enfrenta a los bomberos de las brigadas forestales con la empresa pública estatal Tragsa, en un intento por mejorar sus condiciones laborales. A pesar de que Madrid muestra su apoyo a las demandas de estos profesionales, quienes han llevado a cabo una larga huelga este verano en la región, se enfatiza que la responsabilidad de negociar las mejoras recae en Tragsa.
El consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, ha solicitado oficialmente una reunión con el presidente de Tragsa para abordar las exigencias de los bomberos forestales. Se busca que la empresa estatal convoque una mesa de negociación con todos los actores involucrados la próxima semana, incluyendo representantes de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, con el objetivo de mediar en el conflicto.
Para respaldar su incapacidad legal para atender las demandas de los forestales, la Comunidad se basa en un informe de la Dirección General de Trabajo, que indica que el convenio anterior del sector fue firmado por la Asociación Empresarial del Sector de la Prevención y Extinción de Incendios de la Comunidad de Madrid (ASEPEIF). Actualmente, la empresa estatal TRAGSA presta el servicio y ha subrogado a los trabajadores que desempeñaban esta función.
El consejero señala que la representación para la negociación recae ahora en CEIM, como la organización empresarial más representativa en la Comunidad de Madrid. Destaca que Tragsa no está autorizada para negociar el convenio colectivo del sector, pero puede negociar su propio convenio de empresa. Por otro lado, la ASEM 112 no tiene legitimidad para negociar el convenio colectivo de los trabajadores que no son sus empleados públicos, sino personal laboral de empresas concesionarias.
En un gesto hacia el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, el consejero recuerda que la responsabilidad de los salarios de los trabajadores de Tragsa en Madrid y en toda España recae en la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Ante la posibilidad de que la Comunidad aporte fondos, se considera que tanto el Ministerio de Hacienda como Tragsa difícilmente se negarían.
En resumen, Madrid busca mediar en el conflicto entre los bomberos forestales y Tragsa, apoyando las demandas de los profesionales pero recordando que la negociación de mejoras laborales debe llevarse a cabo con la empresa estatal. La situación destaca la complejidad de las relaciones laborales y la importancia de la mediación para llegar a acuerdos satisfactorios para ambas partes.