El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado un cambio significativo en el modelo de gestión de la M-30, la vía de circunvalación más importante de la capital española. A partir del 1 de enero de 2026, esta infraestructura pasará de estar gestionada por una sociedad de economía mixta, en la que el Ayuntamiento posee el 80% del accionariado, a convertirse en una sociedad 100% municipal.
La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, ha destacado que este cambio tiene como objetivo principal mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión de la M-30, manteniendo al mismo tiempo el nivel de excelencia en el servicio. Según estudios realizados, se estima que esta modificación implicará un ahorro de más de 1.000 millones de euros en los próximos 15 años en comparación con el modelo actual, gracias a una mayor eficiencia tanto económica como fiscal.
García Romero ha subrayado que este nuevo enfoque busca no solo reducir costos, sino también optimizar la calidad de los servicios públicos. A pesar de la eficaz gestión de la M-30 desde el año 2004, se considera fundamental seguir mejorando en la prestación de servicios, aprovechando la experiencia acumulada en los últimos 25 años.
Uno de los motivos que han llevado a este cambio es la necesidad de adaptarse a un entorno normativo y económico actual, que difiere del contexto en el que se estableció el modelo vigente en 2005. Además, la evolución legislativa y económica ha impulsado la búsqueda de fórmulas más eficientes para la gestión de este servicio tan relevante para la ciudad.
Es importante mencionar que, aunque se estudió la posibilidad de resolver el contrato por mutuo acuerdo en 2022, se decidió esperar hasta este momento para ejercer la opción de compra de las acciones del socio privado. Este proceso no implicará costos adicionales para el Ayuntamiento y se espera que los ahorros generados se reflejen inmediatamente en las cuentas municipales.
En resumen, este cambio en la gestión de la M-30 busca garantizar una mayor eficiencia y sostenibilidad, manteniendo la continuidad del servicio con la calidad que demandan los ciudadanos de Madrid. La infraestructura de la M-30, con sus 32 kilómetros de longitud y su importancia como vía de circulación, seguirá siendo un pilar fundamental de la movilidad urbana en la capital española.
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