La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 48 años y nacionalidad marroquí como presunto responsable del incendio forestal declarado el pasado 21 de julio en las inmediaciones de Colmenar Viejo, que arrasó 31 hectáreas de vegetación dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
El fuego, que se originó junto a la carretera M-618, alcanzó la situación operativa 1 del Plan INFOMA, lo que obligó a desplegar un amplio dispositivo de extinción, con efectivos de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, medios terrestres y aéreos, así como al corte del tráfico entre los kilómetros 9 y 11 de dicha vía en ambos sentidos por motivos de seguridad.
La Unidad de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Madrid (UPROMA) asumió la investigación para esclarecer el origen del incendio. Gracias al trabajo de campo y al uso de perros adiestrados, se logró identificar un punto de inicio del fuego donde se encontraron restos de acelerantes, una evidencia clave que indicaba un origen intencionado.
Las pesquisas posteriores permitieron identificar y localizar al sospechoso, quien fue detenido el pasado 9 de agosto. Posteriormente fue puesto a disposición judicial, imputado por un delito de incendio forestal, tipificado como grave en el Código Penal español y castigado con penas de prisión.
El incendio tuvo lugar en una de las zonas naturales más sensibles de la Comunidad de Madrid. El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares forma parte de la Red Natura 2000 y cuenta con un alto valor ecológico por su biodiversidad, lo que ha intensificado la preocupación de las autoridades medioambientales ante cualquier daño producido en su entorno.
La rápida actuación de los servicios de emergencia logró contener las llamas y evitar una propagación mayor, pero el suceso puso de manifiesto la vulnerabilidad del territorio en plena campaña de alto riesgo por incendios, especialmente en verano, donde las condiciones climáticas favorecen la combustión rápida y descontrolada.
Esta detención se produce apenas un día después de que las autoridades anunciaran la contención del incendio más reciente en Colmenar Viejo, ocurrido esta misma semana, que afectó a 156 hectáreas. Aunque no se ha confirmado ninguna relación directa entre ambos siniestros, el contexto ha reavivado el debate sobre la intencionalidad en los incendios forestales y la necesidad de reforzar la vigilancia y las penas para este tipo de delitos.
La Guardia Civil y la Comunidad de Madrid han hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para detectar y prevenir actividades sospechosas en entornos naturales. También se ha recordado que provocar un incendio no solo pone en peligro el medio ambiente, sino que amenaza vidas humanas, viviendas y bienes públicos.
Las autoridades continúan trabajando para esclarecer las causas de otros focos activos este verano y han reforzado los controles en zonas de alto riesgo, especialmente durante olas de calor y situaciones de alerta por altas temperaturas.
