La vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, ha anunciado que se van a estudiar todas las vías y posibilidades debido al daño reputacional que se ha hecho a Madrid de manera consciente por parte del Gobierno de España. Según Sanz, se permitieron actitudes violentas durante un evento deportivo, con 22 policías heridos, lo que llevó a que La Vuelta no llegara a su final. También criticó que los agentes fueron abandonados por sus superiores en un dispositivo que resultó ineficaz, algo que el delegado del Gobierno, Francisco Martín, celebró.
Sanz puso en duda la naturaleza pacífica de las manifestaciones, especialmente después de que se identificara a personas con antecedentes por violencia y grupos extremistas, con policías heridos y calles llenas de objetos peligrosos. La vicealcaldesa exigió la salida inmediata del delegado del Gobierno y del ministro Marlaska, argumentando que no son dignos de liderar un cuerpo policial que arriesga su vida diariamente y que no merece ser abandonado por sus superiores.
En resumen, Sanz denunció la falta de apoyo a las fuerzas de seguridad por parte de las autoridades políticas, así como la gestión ineficiente de la seguridad durante eventos públicos en Madrid. La polémica generada ha puesto en entredicho la capacidad de las autoridades para garantizar un entorno seguro en la ciudad.
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