Desde hace más de una semana, el recinto ferial de Tres Cantos ha sido testigo de una intensa actividad, con la entrada y salida constante de todo tipo de vehículos de emergencia: bomberos, Protección Civil, SUMMA 112, Cruz Roja, entre otros. Helicópteros aterrizan ocasionalmente, mientras los transeúntes que pasean por el lago de Tres Cantos capturan imágenes de la escena.
Este lunes, una semana después del trágico incendio en el municipio que cobró una vida, dejó a otra persona herida y consumió más de 1.500 hectáreas de terreno, el temor volvió a apoderarse de las redes sociales alrededor de las 19:00 horas. Los bomberos fueron movilizados a las 17:00, apenas cinco minutos después de recibir la alerta del fuego. La primera notificación se recibió a las 16:55, informó Emergencias Madrid, por un incendio en el vertedero cercano a las vías del AVE y al túnel de San Pedro, sin que el tráfico ferroviario se viera afectado hasta el momento.
Posteriormente se confirmó un nuevo incendio en la localidad de Colmenar Viejo, que obligó a la Guardia Civil a evacuar viviendas y construcciones aisladas que podrían ser alcanzadas por las llamas. Se trata de un incendio de nivel 1 que afecta pastizales y arbolado en una zona cercana a un vertedero, a las vías del AVE y a un túnel. Por precaución, se cerró la carretera M-104 entre Colmenar Viejo y San Agustín del Guadalix.
A las 19:30 se ordenó el desalojo de varias viviendas dispersas en la zona por precaución, y se solicitó un hidroavión para colaborar en las labores de extinción. La decisión se tomó debido a que, aunque el nivel de riesgo extremo no indicaba una alta probabilidad de ignición, sí señalaba una posible expansión o intensificación del fuego. Las condiciones atmosféricas y del terreno favorecían su propagación, cumpliendo con los parámetros de la regla del 30/30/30: menos del 30% de humedad, ráfagas de viento de más de 30 km/h y temperaturas superiores a 30 grados, similares a las de la semana anterior a solo dos kilómetros de distancia.
A menos de 50 metros, los vecinos del barrio se reunían en la orilla del lago, algunos disfrutando de picnics improvisados, una pareja expresando su amor en un banco, una familia alimentando a los patos mientras los observaban, y un grupo de corredores preparándose para trotar. A ellos, la emergencia parecía no inquietarles.
Mientras tanto, Protección Civil instalaba sillas, mesas y una gran pantalla en previsión de lo que pudiera ocurrir. En una carpa improvisada se encontraba Luis Rincón, inspector de bomberos de la Comunidad de Madrid, conectado por videoconferencia, informando sobre la evolución del incendio. En las sillas y mesas de la carpa, se escuchaba el telediario de Telemadrid mientras se esperaban instrucciones.
En el recinto ferial se podían contar 22 vehículos oficiales, y a pesar de la actividad frenética, algunos vecinos que intentaban acceder al lago eran informados por la policía de que no podían estacionar en la zona. Tras una breve protesta, cedían y movían sus vehículos.
A las 21:27, Emergencias emitía otro informe indicando que la evolución del incendio era positiva, aunque aún no se podía considerar estabilizado. A esa hora, seguía cortada la carretera M-104 del kilómetro cuatro al ocho. Se trabajaba con vehículos pesados para establecer cortafuegos antes del anochecer, y los medios aéreos realizaban las últimas descargas para controlar la situación.
Además del incendio de ese lunes, durante este verano en la Comunidad de Madrid se han registrado otros fuegos en diferentes localidades, siendo el más devastador el de Tres Cantos esta semana, donde ya han ardido alrededor de 3.500 hectáreas en la región. En contraste, según cifras oficiales, en años anteriores el impacto fue menor, pero este verano se ha visto una cifra considerablemente más alta de terreno afectado por los incendios forestales. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades para prevenir nuevas emergencias y proteger a la población.